Cumpliendo Sueños CAP.28, CAP.29, CAP.30

Bueno sé que he tardado mucho, pero os estaba preparando un maratón y espero que os guste, además aparecen dos nuevos personajes ntbrgefvdc. Gracias por leer en serio, no sabéis lo que significa cada comentario para mi, y por cierto, gracias por participar en el concurso. SOIS INCREÍBLES. (Podéis seguir participando)
Además, los personajes nuevos están basados en amigos míos de la infancia a los hacía mucho que no veía y hace poco vi de reojo a Xavi jugando a fútbol mientras yo iba a casa de mis abuelos y me invadió una sensación extraña de querer volver al pasado, así que he puesto mucho sentimiento en estos capítulos.

CAPÍTULO 28

Guerra de opiniones

Cristina se levantó temprano y recordó la llamada de Zayn. No había podido contestarle, así que enseguida le llamó. Tres piiips después, una voz alegre y dulce a la vez chilló "¡Vas happenin'!" Cris sonrió.

Él dijo que la había llamado por Elsa, porque era imposible que su relación fuera más que amistad y también había mucho que perder. Ella defendió a su amiga y dijo que no pretendía ser nada más, que era una amistad inofensiva de verano. Pero sabía que no lo era, a Elsa le gustaba mucho Louis.

Zayn quiso dejar el tema muy pronto y la conversación dió un giro de 360 grados. Cuando quiso darse cuenta, estaban hablando de su gira por Asia y Cris no pudo evitar sentirse mal. Siempre se callaba cuando pensaba algo, pero esta vez decidió opinar.

- Es ridículo, estáis agotados de tantos conciertos, prácticamente no dormís... Y todo está yendo muy rápido. Asia puede esperar- dijo

- Las asiáticas merecen tanto como vosotras que las visitemos- dijo Zayn a la defensiva

- No es por eso, me da igual si hacéis una gira por Asia, por America o si vais al Polo Norte, el caso es que no estáis preparados.

- Creo que ya hemos demostrado que lo estamos, tenemos un brit, hemos roto récords...

- Zayn por favor...- dijo Cris queriendo hacerse entender- Vuestro manager quiere convertiros en una estúpida boyband comercial con fans tontas y superficiales que algún día se irán. Quiere que vayáis a todos los lugares y que provoquéis histeria. Algún día, cuando las falsas fans se cansen de vosotros, os dejarán abandonados. Sin estudios terminados, sin nada que hacer.

- ¡Nuestro manager no tiene nada que ver!- chilló

- ¿Cómo puedes estar tan ciego para no verlo? ¡Os están utilizando, Zayn, quieren vuestro dinero!

- No lo entiendes...

- ¡Lo entiendo perfectamente y no necesito que nadie me lo explique! Esto ha pasado con millones de boybands y ahora nadie los recuerda. ¡Y no quiero que pase lo mismo con One Direction, es solo eso! - dijo Cristina- Simplemente es eso...

- Estás exagerando mucho, una gira por Asia no nos hará nada

- Zayn, no podéis con vuestra alma. En las entrevistas Niall casi se cae dormido y Louis ha perdido su humor, ¡hasta sus bromas parecen forzadas!, y no dormir no es sano, necesitáis descansar. ¡Sois adolescentes! Y vale, es bonito llegar a la cima, estar tan alto, pero la caída puede ser muy dolorosa.

Escuchó un ruido al otro lado de la linea y supo que Zayn había colgado el teléfono.

No supo como tomárselo, sintió rabia porque no había logrado entenderla, y una fuerte frustración. 

El esfuerzo por retener las lágrimas incluso dolía, pero lo resistió, resistió incluso el sabor salado que recorría su cuerpo y lo envenenaba. Tiró su móvil lejos de ella y se sentó en un sofá cercano unos segundos antes de tomar una decisión. Recordar viejos tiempos la mantenía viva, así que cogió las llaves de nuevo y se marchó al balcón del edificio, en el octavo piso.

CAPÍTULO 29

Pequeño paraíso.

Ese balcón antes era público, todos los pisos tenían su llave y podían ir, pero la tía de Cristina, que siempre había tenido una obsesión por las plantas exóticas, decidió comprarlo.

El dinero era un gran problema, así que siempre llegaba a casa agotada de trabajar horas extras, descansaba una hora y volvía de nuevo a trabajar. Estuvo un par de años entregándose en cuerpo y alma para poder tener dinero suficiente, pero un día lo consiguió y logró comprarlo.

Cambiaron la cerradura y su tía, emocionada, recibió las llaves.

Trabajó mucho en aquel pequeño trocito de paraíso, cambió las baldosas por arena y plantó todo tipo de flores, arbustos y árboles fruteros de diferentes partes del mundo. 

Cristina recordaba regalarle una planta nueva cada año para completar su colección.

Y llegó un momento en que el color cubría todo el sitio y el aroma impregnaba el aire, era un lugar de ensueño, su lugar favorito.

Vió un pino enorme con una forma curiosa y sonrió. Ella solía trepar allí cuando necesitaba desconectar, cuando escuchaba peleas o cuando el agobio crecía en su interior. Se instalaba en las ramas más altas y comenzaba a leer, con los auriculares puestos, hasta que todo pasaba. Subió una vez más, igual que en el pasado, simplemente para que un sentimiento de nostalgia la invadiera y la hiciera olvidarse de la pelea con Zayn. ¿Se podía llamar pelea? Quizás era mejor "Guerra de opiniones".

Después vio una hamaca de cuerda blanca entre dos pinos y sonrió de nuevo. Solía tumbarse allí junto a unos amigos y balanceaban con fuerza la hamaca. Con tanta fuerza que llegaba un momento en el que la hamaca daba la vuelta completa y todos caían al suelo. Dolía pero reían. Eran niños, ¿Cómo no se iban a reír? Poco a poco fue convirtiéndose en un juego: Debían agarrarse a la hamaca lo mejor que podían y si la hamaca daba la vuelta completa y ellos no caían, si no que seguían paralelos al suelos con sus rostros rozando la hierba, ganaban. Con la práctica se hicieron unos expertos.

Sus amigos en Madrid eran unos hermanos que vivían un piso debajo de su tía, se llamaban Xavi y Sandra y eran unos años mayores que ella. Sandra era dos años mayor, tenía el pelo castaño igual que los ojos y era bastante alta. Su sonrisa era muy expresiva y simpática, y ella era así, abierta a los demás, graciosa, irónica y una gran amiga.

Xavi era muy diferente a su hermana, era completamente rubio, según Cris recordaba, y el pelo le caía desordenadamente por la cara. Sus ojos eran azules claros y muy sinceros y brillantes, y él en sí era un espíritu libre. Un auténtico Peter Pan, gracioso, amante de los deportes, alegre y auténtico. Su manera de ser podría definirse en la típica filosofía de "Carpe Diem" o "You only live once". 

Su capacidad para hacer sonreír a la gente era increíble, pero él era así, espontáneo y feliz. Siempre feliz.

¿Que habría sido de ellos? Ah, si... La temporada en la que dejó de ir a casa de su tía puso barreras entre ellos. Unos veranos después, se cruzó con Xavi en la entrada y él no la saludó. Pensó que no debía ser pesada, que quizás era una amistad de la infancia perdida por la distancia, así que ella tampoco lo hizo.

Y el tiempo pasó así, dejaron de hablar lentamente, un "hola" seco era lo máximo que intercambiaban, pero detrás de el se ocultaban ganas de volver a aquella hamaca y seguir como antes.

Cristina se sentó en la hamaca invadida por el olor embriagador de las flores, dando la espalada a la puerta, y sin ser consciente de ellos, se meció lentamente guiada por sus pensamientos hasta llegar a una altura considerable.

- ¿Vas a dar la vuelta?- Cristina no necesitó girarse, reconocería esa voz masculina en cualquier lugar.

CAPÍTULO 30

Reencuentro

Cristina se giró de golpe y vio a un chico apoyado en la puerta del balcón. Cuando ella sonrió, Xavi cruzó la puerta.

- ¿Te acuerdas de mí?- dijo

- No, ¿Qué haces aquí? Es una propiedad privada, jovencito- dijo ella irónica

- ¿Porque nunca me saludas?

- Nunca te veo

- Mentira. Bueno, este año no hemos coincidido, pero otros veranos si y no me decías nada. Me odias- concluyó él con una sonrisa

- Te odio, lo sabes.

Sonrieron y Xavi se sentó también en la hamaca. 

- Han pasado muchas cosas desde la última vez que me senté aquí

- Ajá, ahora me dedico a pelearme con súper estrellas, ¿Lo sabías?- cuando Xavi rió, Cristina lo empujó suavemente y de sus labios se escapó un "No es broma"

- Bah, esas estrellas prepotentes... Mi único ídolo soy yo- dijo él fingiendo superioridad

Xavi no había cambiado absolutamente nada. Sus ojos seguían igual de brillantes y optimistas, su sonrisa permanente seguía siendo cálida y sus gestos y movimientos tampoco habían cambiado. Sería difícil describirlo, era como una fiesta de verano.

En poco tiempo Cristina le había contado su vida al completo y todo sobre One Direction. Ni siquiera se enteró, fue algo natural.

- Oh, así que ahora te codeas con famosos. ¿Qué haces aquí, entonces, y no en Nueva York?

- Por favor... Nueva York es patético comparado con esto- dijo ella señalando todas las flores exóticas que los rodeaban

- Ah, ¿Sabes qué?- dijo Xavi ilusionado- Decidí seguir tu ejemplo y aprendí a tocar la guitarra. Quería decírtelo hace años pero ese verano no viniste. Espera un momento.

Xavi se levantó y se marchó por un segundo. Cristina sonrió, ese momento era como... Como el sol bañando todo su mundo, como las tonterías que habían echo poniéndose gafas de colores y posando ante una cámara, como las tardes que no eran tardes sin pronunciar su nombre o sin estar con Xavi y Sandra, como veranos infinitos, canciones, risas exageradas... Y entonces volvió aquel chico rubio con una guitarra de madera clara al grito de "Vas a ver lo que es música".

Rasgó las cuerdas con fuerza y tocó canciones animadas mientras movía su cabeza al ritmo de cada nota y ponía caras cómicas imitando a cantantes de rock.

Ella se reía, porque era realmente gracioso que fuera capaz de hacer esas muecas sin sentir vergüenza alguna.

Lo cierto es que tocaba bien, y pronto ella tuvo que bajar a su piso a coger su guitarra para acompañarle.

Se levantaron de la hamaca y avanzaron por las flores cantando como si estuvieran en su propio concierto. Solo pararon cuando llegaron a la barandilla y vieron la vista de Madrid.